Introducción
Todos en algún momento nos hemos planteado cómo ahorrar dinero y empezar a invertir, y la gran mayoría de las veces hemos conseguido lo primero sin someternos a ninguna regla. Simplemente hemos ido guardando lo que nos sobraba del mes en una pequeña cuenta de ahorros. Saber ahorrar no tiene que ser difícil, simplemente hay que saber cómo hacerlo.
Uno de los errores más comunes, es ahorrar a final de mes. Esto supone no saber en qué te has gastado el dinero y que tal vez un mes ahorres mucho y al mes siguiente nada.

Ya hemos hecho la reflexión de intentar gastar menos. Pero… ¿Qué ocurre cuando decides aplicar una regla del ahorro? Nos damos cuenta que no ahorramos lo necesario o que no sectorizamos bien nuestros gastos.
Os vamos a contar diferentes métodos de ahorro, que son básicos, pero que funcionan si logras seguirlos y mantenerlos a lo largo del tiempo. Son aplicables, tanto si vives sólo, si vives con tu pareja o en familia.
Factores que influyen en la capacidad de ahorro
Cómo ahorrar dinero y empezar a invertir tiene mucho que ver con la capacidad de ahorro.
Los factores pueden ser los siguientes:
- Nivel de ingresos periódicos
- Estabilidad de tu contrato laboral
- Beneficios secundarios que puedas tener
- Alquileres
- Segundo empleo
Por otra parte, la capacidad de ahorro también depende de tu nivel de gasto y deuda que quieras adquirir. Si tienes que pagar una hipoteca muy alta, si tienes que pagar un préstamo personal o si tienes un nivel de gastos en ocio altos, por ejemplo.
Si ya has empezado a ahorrar, igual te planteas donde conservar tus ahorros. Hay múltiples maneras: un depósito bancario, en renta fija o un plan de pensiones. La menos recomendable es el efectivo, ya que pierde valor por la inflación.
Fondo de emergencia: Ahorrar e Invertir
Es difícil predecir y controlar todos los gastos que vamos a tener a futuro. Lo primero que se necesita tener es un Fondo de emergencia. Es una reserva de dinero destinado a ser utilizado únicamente en situaciones de urgencia y que requieren de una acción inmediata. Este fondo no se deberá tocar, solo podrás disponer de él en caso de necesidad. Nos ayudará a afrontar gastos no planificados y evitar posibles deudas.

El fondo de emergencia deberá cubrir entre 6 meses (para personas con empleo más estable) y 9 meses (para personas con empleo menos estable) de gastos habituales. Cada persona tendrá una situación diferente y habrá que planificar y calcular bien esos gastos habituales. Se deberá dividir esos gastos en dos categorías: gastos fijos (serían los gastos básicos) y gastos variables (serían los gastos personales).
La cantidad obtenida sería el fondo que debe ahorrarse, pero teniendo en cuenta un factor psicológico: la tolerancia al riesgo de cada uno. Habrá personas que se sientan mejor con un fondo mayor y otras con un fondo menor. Lo mejor, en todos los casos, es ahorrar la cantidad con la que cada uno se sienta cómodo y que le dé tranquilidad.
Lo ideal sería apartar una cantidad razonable para comenzar el fondo de emergencia, por ejemplo 500 euros.
Ejemplo práctico
Ahorro inicial = 500 euros
Gasto mensual = gastos fijos + gastos variables = 450 euros + 300 euros = 750 euros
Fondo de emergencia 6 meses = 6 x 750 = 4.500 euros
Fondo de emergencia 9 meses = 9 x 750 = 6.750 euros
Una vez hayas conseguido el fondo de emergencia, ya podrás destinar tu ahorro a inversiones.
Tu fondo de emergencia debe ser lo más líquido posible. Es decir, tienes que poder acceder a él de manera fácil y rápida. Una buena opción es tenerlo en una cuenta de ahorro o depósito a plazo fijo que no tenga penalización. Además, no debe estar asociado a ningún producto de riesgo (fondos de inversiones, criptomonedas o acciones, entre otros). Su valor podría cambiar y podrías obtener pérdidas si lo necesitas en un momento inesperado.
Regla 50/20/30
Una de las reglas más comunes del ahorro es la Regla 50/20/30, la cual te permite tener un conocimiento de tus gastos de manera sencilla. Teniendo conciencia de “tu cajón de ahorros”.

Esta regla se puede aplicar a múltiples casos, vivas solo, con pareja o tengas una familia. Te ayudará a diversificar los gastos, ver que porcentaje de gasto es mayor o menor. Así podrás tener una visión global de tus gastos.
- 50% a gastos básicos, son gastos que tienes que llevar a cabo sí o sí. Alquiler, facturas (móvil, agua, luz o comunidad…) compra del mes, prestamos pendientes, tarjeta de transporte etc. Son gastos obligatorios de tu día a día. Si logras reducir el gasto al 50% para cubrir necesidades fundamentales empezarás a allanarte el camino.
- 20% a una base de ahorro. Esto supone una tranquilidad en tu vida, tener un colchón, puesto que tal vez lo necesites para una avería del coche, una reforma o algún gasto sanitario extra. Si finalmente no tienes ningún gasto extra, siempre podrás aprovecharlo y darte un capricho cuando no te lo esperabas.
- 30% a gastos personales. Son gastos que se realizan durante el mes que no necesitas para sobrevivir. Nos referimos a planes de ocio con amigos (no nos engañemos, a todos nos gusta salir y disfrutar de ello) comer fuera, viajes no planificados, comprar ropa o regalos. Incluir el 30% como último bloque tiene un porqué, te sentirás más aliviado si decides tener este gasto “prescindible” habiendo cubierto tus necesidades, y, además, habiendo conseguido ahorrar mes a mes.
IMPORTANTE: El 20% de ahorro no lo ingreses a final de mes, hazlo al principio, así sabrás cuánto dinero tienes cada mes y verás cómo va creciendo tu ahorro. Además, si del bloque del 30% para gastos personales te sobra algo, súmalo al 20% de tu base de ahorro. Ayudará a motivarte.
Existe una variante 40/30/30 similar a la anterior que consiste en:
- El 40% gastos básicos
- El 30% base de ahorro
- El 30% gastos personales
Esta regla no es más que una adaptación de la regla 50/20/30 teniendo en cuenta todos los casos que se pueden dar. Habrá personas con alquileres o hipotecas más altos o más bajos, o con mayor o menor gasto personal. La idea es poder flexibilizar el método para adaptarlo a tu situación. Te ayudará a organizarte y, sobre todo, te facilitará el momento de ponerte a hacer números.

Método de los 30 días
El método de ahorro de los 30 días es el resultado de acumular la cantidad de euros igual al día del mes. Es decir, podrás ahorrar un euro el día 1, dos euros el día 2, tres euros el día 3 y así hasta llegar al día 30 o 31 del mes. Si consigues llegar hasta ese punto habrás conseguido ahorrar nada menos que…465 euros (30 días) o 496 euros (31 días).
Si ves que tus ingresos no se ajustan a esta norma podrías establecerte un valor mayor o menor. Por ejemplo, si decidas ahorrar la mitad del valor del día del mes podrás obtener un ahorro mensual de unos 232,5 euros (30 días) o 248 euros (31 días).
Realmente no importa cuál es el nivel de ahorro inicial, sino que te lo propongas y lo consigas. Si consigues despertar el hábito y la inquietud por el ahorro ya habrá merecido la pena intentarlo.
Método de las 52 semanas
Para llevar a cabo el método de las 52 semanas debes intentar ahorrar la cantidad en euros correspondiente a la semana que sea del año. Si estás en semana 9, tienes que ahorrar 9 euros esa semana, si estás en semana 40, 40 euros esa semana. Cuando llegues a la última semana del año (semana 52), deberás ahorrar 52 euros hasta llegar a la cifra total de ahorro anual de 1.378 euros.
Realmente es un reto sencillo, simplemente debes darle seguimiento y tomártelo en serio. Ponerle ganas y querer hacerlo. Los primeros meses serán más sencillos (entre 10 y 20 euros mensuales) pero los últimos meses serán los más difíciles (entre 150 y 200 euros mensuales).
Es una forma de ahorro progresiva y constante, en la que te darás cuenta que hay muchos gastos que tienes a diario que realmente no necesitas. En el momento que descubras esos gastos, será mucho más fácil afrontar el método de ahorro.
Conclusiones
Es un error pensar que debemos ahorrar lo que sobre en nuestra cuenta al final de mes. Eso implicaría que tendríamos poco o nada de control sobre nuestro nivel de ingreso, y lo que es más importante, sobre nuestro nivel de gasto. Por eso, este post es y será uno de los más importante que publiquemos en Sin Miedo a Invertir. Su contenido es básico, pero no por ello menos importante.
Nosotros hemos creado nuestro fondo de emergencia a 6 meses. Cada uno tiene el suyo (con su nivel de gasto mensual asociado), a pesar de que las inversiones las hagamos de manera común. Lo hemos hecho así porque nuestro entorno laboral es estable (exceptuando la situación por el COVID).
Por otro lado seguimos la regla del 40/30/30, es la que más se adapta a nuestra situación debido a que los gastos por vivienda no son muy altos y se acercan más al 40% que al 50%.
Y tú..¿Has llevado a cabo algún método de los que hemos indicado alguna vez? ¿Crees que serías capaz de llevarlo a cabo? ¿Cuál crees que es más sencillo?¿Qué opinas del fondo de emergencia? ¿Crees que podrías crear ese fondo de emergencia con tus condiciones actuales?
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